Está acostumbrado a las hazañas. Recién lleva ocho años en el mountain bike, pero sabe lo que es enfrentar grandes desafíos. En 2015 ganó el Rally Trasmontaña, tres veces triunfó en el Atacama Challenger de Chile y se consagró seis veces campeón Tucumano de la categoría principal. Pero siempre va por más. Felipe Sundblad se convirtió en el primer biker argentino en completar el “Everesting”, una actividad en la que los ciclistas ascienden y descienden una montaña varias veces dentro de las 24 horas con el fin de haber subido acumulativamente 8.848 metros, la elevación que tiene el monte Everest, la montaña más alta del mundo.

“Siento una alegría inmensa. Lo conseguido sólo es comparable con el triunfo que logré en el Trasmontaña. Hay que estar un poco loco para cumplir este desafío y creo que lo estoy. Se lo dedico a mi familia y a mis amigos que siempre me acompañan y me hacen el aguante”, contó el biker de 33 años, que la próxima semana será incluido en el cuadro de honor en el que aparecen los nombres de los que lo han logrado el objetivo. El primero en hacerlo fue George Mallory en 1994, que dio 10 vueltas alrededor del Mount Donna Buang en Australia, alcanzando de esa manera el desnivel de 8.848 metros.

Sundblad consiguió la hazaña luego de subir y bajar 13 veces el cerro San Javier. “Comencé a las 5 de la mañana en la rotonda del pie del cerro y termine cerca de las 19 en la rotonda de San Javier. Estuve 13 horas y media arriba de la bicicleta. San Javier es un lugar ideal para este desafío. Tenés pocos kilómetros y mucho desnivel. En 12 kilómetros, desnivela 750 metros. Es muy bueno, porque para volver a realizar los ascensos tenés la bajada. En total recorrí 266 kilómetros y completé 8.946 metros de altitud. Gracias a la tecnología, tenía todo calculado. Cuando terminé arriba, sabía que había cumplido el objetivo. Igualmente, antes de finalizar el reto, lo corroboré en el reloj para no dejar nada librado al azar”, reveló.

Debido a la pandemia y a la falta de competencias, Felipe se decidió por este desafío. “La idea comenzó hace 45 días. Mis amigos me decían que estaba loco. Que era un desafío muy difícil de completar, pero como soy cabeza dura, lo hice. Dentro de los objetivos que me propuse, sin dudas este fue el más duro. Especialmente en la parte psicológica. Por suerte nunca se me cruzó por la cabeza bajarme. Estaba convencido de que lo iba a terminar. Sabía que como sea iba a cumplir el objetivo”, reveló.

Para que el objetivo sea válido se debe seguir algunas reglas oficiales como: seguir una ruta en una subida, bajar por la misma ruta por la se ha subido, no se puede dormir, debe realizarse en un máximo de horas y los descansos para comer o hidratarse se incluyen en el tiempo. “A media mañana me detuve para comer un sandwich de jamón crudo, banana y tomé un litro de una bebida energizante. Como vivo en El Corte, todo me resultó más fácil. Al mediodía fui a mi casa y mi esposa me tenía el plato de fideo listo. Almorcé en 15 minutos un plato de fideo y de postre comí batata con queso. Traté de perder el menor tiempo posible para no enfriarme”, señaló.

El biker no estaba solo para el desafío. “Sabía que cada detalle era importante para tener éxito. Tuve un equipo mecánico integrado por Matías Ladrón de Guevara y mi familia. Un tío, que es médico, fue el que estaba para asistirme por cualquier cosa. Fueron muchos los que me hicieron el aguante. Me alentaban como si fuese una carrera. Eso me hizo mucho más fuerte todavía”, indicó. “Tenía una camioneta con comidas y repuestos por cualquier cosa. Había que minimizar el margen de error al máximo. Me preparé muy bien en todos los aspectos para no fallar. Por suerte todo salió a la perfección. Fue un desafío extremo, porque son muchas horas arriba de la bicicleta”, agregó.

“De 10 que buscan el objetivo, sólo dos terminan en el primer intento. Soy el primero que lo hace en la Argentina y me siento orgulloso”, concluyó.